miércoles, 24 de enero de 2018

EL BAÚL DE LA HISTORIA: LA SOLUCIÓN FINAL

            En esta sección del blog, periódicamente se van a recordar acontecimientos relevantes, de carácter histórico, que determinaron el cariz de la II Guerra Mundial y, concretamente, del Holocausto.
            En este mes de enero, fijamos nuestra atención en la conocida como Solución Final. La traducción literal de la expresión alemana, Endlösung der judenfrage: «solución final de la cuestión judía» no ofrece lugar a dudas ya que dirige sus medidas de forma explícita a un colectivo social concreto. Sin embargo, fue un nombre en clave que se empleó para “ocultar” esta política de asesinatos en masa al resto del mundo.
            Con tales mimbres, el 20 de enero de 1942, se reunieron en la villa Gross Wannsee, edificio señorial ubicado en el distrito del mismo nombre junto al lago, personalidades relevantes del aparato político nazi, convocadas por Reinhard Heydrich, segundo en el mando después del jefe de las SS Heinrich Himmler. Hermann Göring había autorizado previamente la convocatoria de esta conferencia en el mes de julio de 1941.
En un principio dicho encuentro debía llevarse a cabo el día 9 de diciembre de 1941, pero el ataque japonés a la base norteamericana de Pearl Harbor frustró estas intenciones. Inmediatamente después Alemania declaró la guerra a los estadounidenses, lo que provocó el aplazamiento de dicha reunión. Tras estas vicisitudes, el 8 de enero de 1942, Heydrich convocó de nuevo a los asistentes para llevar a cabo la reunión definitiva.
Durante el desarrollo de la misma Adolf Eichmann, SS-Obersturmbannführer, presentó un documento, conservado actualmente en la Casa Wannsee, donde cifraba el número de judíos existentes en diversos territorios europeos.
En la reunión también se enumeraron las diversas medidas que hasta el momento se habían estado llevando a cabo contra la población judía. Con la Solución Final se pretendía acabar con el problema que suponían los judíos hacinados en los guetos. Y es que en estos momentos, ya se había iniciado la matanza de judíos en la Europa ocupada del este.
Muy compleja fue también la cuestión acerca de la delimitación de quién era verdaderamente judío, especialmente de aquellos que sólo tenían sangre judía en parte o la de los judíos que estaban casados con personas no judías (los Mischlinge).
Una cuestión destacable de esta conferencia fue que los oficiales emplearon un tono muy diferente al que después apareció en los informes oficiales. Según palabras de Eichmann: “los hombres allí reunidos no medían sus palabras y hablaban de matar, exterminar, liquidar….”. Sin embargo, la documentación oficial constituye un cúmulo de eufemismos con el propósito de salvaguardarse en el caso de que dicha documentación cayese en manos enemigas.
En conclusión, podemos remarcar que la Conferencia de Wansee responde a la necesidad de diseñar y organizar un exterminio masivo a la par que implicaba a otros sectores con una carga de poder en el esquema gubernativo.
“Ni uno solo de los hombres presentes en Wannsee objetó la política anunciada. Nunca antes un estado moderno se había propuesto asesinar a un pueblo entero”[1].










Imagen de la Casa Wannsee. Fuente: Twitter de Auschwitz Exhibition @auschwitzxhibit




[1]. https://www.ushmm.org/outreach/es/article.php?ModuleId=10007712